Voy a Anular mi Voto

¿Y tu, por Quien Vas a Votar?
Cuando mis amigos y compañeros de trabajo me preguntan por quién voy a votar en las próximas elecciones, la verdad no tengo una buena respuesta preparada para ellos y ni siquiera la tengo para mi mismo. Y es que por más que uno trata de encontrar buenas opciones entre los numerosos candidatos a ocupar distintos puestos políticos del gobierno de México y en particular de los estados, resulta poco menos que imposible encontrar personas con perfiles basados en principios y valores correctos; en lugar de eso, nos encontramos con personas cuya única prioridad es obtener un puesto político, referido comunmente como hueso, dejando el servicio a la sociedad como algo secundario. Este último adjetivo (hueso político) define a la perfección la forma en la que la inmensa mayoría de nuestros políticos luchan por obtener sus puestos.

Es interesante observar como la gran mayoría de las estrategias que los políticos utilizan para conquistar el voto de la gente, carece de los principios más elementales:

  • Regalos. Es una forma implícita de compra de votos y voluntades de la gente. Al candidato no le importa en lo más mínimo convencer a las personas de su integridad o de su capacidad para ocupar el puesto, lo único que le importa es obtener sus votos.
  • Promesas exageradas. Esta es una combinación de engaño e irresponsabilidad. Es muy común que el candidato haga promesas poco razonadas o sin estudiarlas pero que sabe que a la gente le gustará escucharlas. En el mejor de los casos el candidato realmente tratará de cumplir algunas de sus promesas, en otros casos, simplemente se olvidará de ellas una vez que obtenga el poder.
  • Imagenes falsas en la publicidad. Los candidatos aparecen en carteleras y anuncios en televisión luciendo grandes sonrisas y gestos amables hacia las personas que asisten a sus mítines, además crean excelentes slogans como: bienestar para tu familia, unidos por México, vamos por el cambio, etc. Una vez en el gobierno, las sonrisas desaparecen, los gestos amables son solo para los amigos, y los slogans habrán cumplido su único propósito: ganar la elección.
  • Mítines con acarreados. Esta es una estrategia muy típica de los partidos arcaicos, pero que desafortunadamente aún existen, y consiste en reunir multitudes en los actos de campaña con el fin de aparentar un poder de convocatora inexistente, utilizando cualquier artimaña: promesas, regalos, intimidación, engaños, etc.
  • Desprestigio de sus contrincantes. La idea detrás de esta estrategia es decirle a la gente: ¡vota por mi porque soy menos malo, corrupto e inepto que mi contrincante!
  • Manipulación y Miedo. Algunos sindicatos pertenecientes a un cierto partido político, obligan a sus agremiados a votar por el candidato de ese partido utilizando amenazas. p ej. ¡Si no votas por este candidato perderás tu empleo!.
  • Compra de votos. Esta es una de las formas más cínicas y desleales de conseguir votos, pero existe. El voto del ciudadano es comprado como cualquier mercancía aprovechándose para ello el hambre de la gente.

Si bien es cierto, algunos candidatos utilizan algunos recursos aceptables para promoverse, como debates y discursos, la verdad es que en la mayoría de los casos se apoyan en buena medida en las estrategias mencionadas arriba.

¿Cuales son nuestras opciones?
En ocasiones existe un candidato tan malo, que la mejor opción es votar por el candidato menos malo que tenga posibilidades de ganar.

Otras veces nos encontramos con escenarios más difíciles con candidatos igualmente malos o mediocres. En estos casos el común de la gente se decide por el partido en lugar del candidato.

¿Hay alguna buena alternativa?
¿Hay alguna forma de decirle a nuestros políticos que si no mejoran no conseguiran nuestro voto? SI.

  1. No votando
  2. Anulando el voto

La primera estrategia es bastante ineficaz, ya que un voto en blanco se convertirá muy probablemente en un voto robado y seguramente irá a la cuenta del candidato más nefasto.

¿Anular el voto?
Esta es una idea que vengo escuchando de forma recurrente, sobre todo por parte de Eduardo Ruiz Healy, uno de los críticos más duros de los políticos mexicanos.

A pesar de que Ruiz Healy no es precisamente la persona más amable de México, hay que reconocer que la idea tiene bastante sentido: al anular mi voto, les estoy diciendo a todos los candidatos que ninguno tuvo la capacidad para convencerme de ser una buena opción. Por otro lado, al asistir a votar y cancelar mi boleta electoral evito que esta sea robada o comprada.

El lado negativo del asunto es que serán otras personas las que eligirán a quienes nos gobiernan, pero tal vez por lo menos ellos tengan mejores razones para votar. Por otra parte, si somos muchos los ciudadanos inconformes que anulamos nuestros votos, tal vez los políticos volteen a vernos de forma diferente en las siguientes elecciones y se esfuercen aunque sea un poco más para convencernos.

Posiblemente anular tu voto te parezca una buena idea, pero piensas que es una tarea muy complicada reunir un número interesante de personas que anulen su voto, y tal vez tengas razón, pero por lo menos ya sumamos 3:
Ruiz Healy, tu y yo.

Si quieres contribuir un poco más a esta pobre pero noble causa, solo tienes que comentar esta idea con tus familiares y amigos.

No olvides asistir a votar (o a anular tu voto).

Actualizacion: 30/05/2009. Parece que el movimiento de anulación de votos va tomano fuerza. Recién me enteré que existe una ONG que lo está impulsando bastante:
http://www.anulomivoto.com/

http://anulomivoto.blogspot.com

Artículos relacionados:

Publicado en México, Nuestra Sociedad Etiquetado con: , , , ,
3 Comentarios en “Voy a Anular mi Voto
  1. Adn dice:

    Hace unos días un amigo me preguntó por quién iba a votar, y después de que le respondí, me dijo que anularía el voto.

    Después de que le di mis razones del por qué creía que anular el voto no ayudaría a su causa / protesta (anular contribuye a dejar el poder de elección en los votos duros y en la militancia de los partidos), estuvo de acuerdo conmigo en que si está inconforme con las cúpulas del poder político, una buena opción para empezar a diluir el poder de los partidos grandes es quizá, votar por la chiquillada a pesar de que no nos convenzan por completo.

    Sé que apoyar a los partidos políticos más chicos puede convertirse en un arma de doble filo, pero creo que podría servir para empezar a diluir el poder oligarca de los partidos grandes.

    Un saludo!

  2. Pseudemys dice:

    Ya somos 4